Jalas o te RajasSomos una plataforma para fortalecer y preservar la riqueza cultural de México. Por medio del blog difundimos las tradiciones de nuestra gente, nuestras raíces, gastronomía, arte y lugares hermosos.

¿Porqué Mérida es considerada la mejor ciudad del mundo?

¿Se imaginan llegar a un lugar, recibir un cálido abrazo y probar las delicias gastronómicas de la ciudad? Pues justo eso nos pasó cuando llegamos a Mérida, la Ciudad Blanca.

Si hay algo que distingue a Mérida es su hermosa gente, su riquísima comida y la esencia de la cultura mexicana. A nuestra llegada a la Ciudad Blanca, paramos en un puesto de comida ubicado a un costado del Parque Centenario del Ejército Mexicano; donde doña Pilar Poot nos ofreció una torta de cochinita y unos tacos de relleno negro (pavo desmenuzado con una mezcla de chiles asados  y huevo cocido), -solo de recordar se me hace agua la boca-, de tomar un café de olla, y para el postre, una pieza de pan. Al terminar, tuvimos oportunidad de platicar un poco con doña Pilar, una persona increíble que, además de cocinar delicioso, fue muy amable, y con un abrazo sincero nos dio la bienvenida.

Seguimos nuestro camino hasta llegar al Hotel Ambassador, a unas cuadras de la Plaza principal o Plaza Grande, como se le conoce. El personal en general nos brindó una atención de primera; la vista de nuestra habitación daba justo a la iglesia San Ildefonso. Después de descansar un poco del vuelo y de darnos un baño, nuestra aventura comenzó.

Todos los días hay actividades por la tarde-noche en el centro de la ciudad. Si llegas en viernes como nosotros, no te puedes perder el ῾videomapping᾿; una proyección en la iglesia de San Ildefonso sobre la fundación de Mérida, los primeros habitantes, las riquezas de la ciudad y cómo se fue desarrollando. Una vez que termina, dale una vuelta a la Plaza Grande y come de todo lo que venden ahí. Finalmente recorre las calles principales de la ciudad, pues están llenas de música, color, arte y cultura, y los artesanos te mostrarán con todo gusto cada una de sus creaciones que, de seguro vas a querer comprar todo.

El sábado por la mañana tratamos de buscar un tour para ir a Las Coloradas y a Celestún y conocer las aguas rosas y a los flamingos, pero nos encontramos en un dilema, porque si íbamos, este recorrido nos tomaría todo un día, así que nos pusimos a pensar qué era lo más conveniente y entre pláticas con los mismos locatarios, nos recomendaron un destino similar pero muchísimo más económico y a una distancia más corta de camino: las Lagunas Rosadas y la Salinera Xtampú, unas charcas mayas que aparecieron desde hace mil 600 años.

Es todo una experiencia ver a los flamingos emprendiendo su vuelo y llegando al agua rosada, es una sensación increíble que de verdad, tienen que vivirla. Para llegar aquí, toman la carretera hacia Puerto Progreso y, después, solo siguen los señalamientos -y mira que son muchos-, no te puedes perder. La Salinera está tan cerca que pudimos llegar a Puerto Progreso y conocer la playa, el mar y un poco de las actividades que se realizan ahí. Es un ambiente muy tranquilo pero con tintes de fiesta relajada, todos se saludan y son muy amables. Eso sí, antes de comenzar con tu recorrido por el muelle debes comprar una marquesita (que venden allí mismo), es una especie de galleta enrollada con queso y la puedes mezclar con Nutella, mermelada de zarzamora, cajeta o algún otro ingrediente; ahora sí, puedes pasear por la orilla del mar.

Acabado nuestro tour, nos dirigimos al hotel para ducharnos y correr al centro, pues no queríamos dejar de presenciar el Pok ta Pok, el juego de pelota maya que sin duda es un espectáculo imperdible, increíble y completamente gratis.

Personas de turismo y los mismos ciudadanos nos comentaron que el domingo es el día que más actividades hay en la semana, pues se cierran algunas avenidas principales para que familias enteras puedan recorrerlas caminando o en bicicleta. Por otro lado; es como un requisito casi obligatorio que debes ir a la Plaza Grande, donde encontrarás puestos y más puestos de artesanos donde puedes comprar artesanías y recuerdos, desde llaveros, blusas, guayaberas, vestidos, sombreros, lámparas, juguetes, accesorios de decoración para el hogar y todo lo que no te imaginas.

También es el mejor momento para tomarte la tradicional foto en las “letras de la ciudad”. Si te cansas de este recorrido, no te preocupes, puedes descansar en una de las bancas “Tú y yo”, que encontrarás únicamente en Mérida.

Pero si el hambre te comienza a atacar puedes entrar a uno de los tantos puestos y degustar de la gastronomía tradicional de la ciudad. Yo te recomiendo el queso relleno, relleno negro y la cochinita pibil, es algo delicioso que no puedes dejar de probar. El precio te va a sorprender por lo económico que es.

Mérida es un destino en donde la riqueza de nuestros antepasados se encuentra muy presente. La cultura y esencia de México; sobresale en los museos, en zonas arqueológicas como Dzibilchaltún o Xcambó, en cada rincón de la misma ciudad, y en su gente. Ahora entendemos porqué Mérida se encuentra en el número uno del top ten de las Mejores Ciudades Pequeñas del Mundo. Un galardón brindado por los  Readers’ Choice Awards 2019 de Condé Nast Traveler.

Agradecemos a la agencia de «Viajes Horizontes 520» por apoyarnos a vivir esta gran aventura. Los recomendamos mucho para sus próximos viajes, de placer y/o negocios.