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En el mes de diciembre tuvimos la oportunidad de visitar a nuestra familia en Chihuahua Chihuahua, y aunque este viaje no fue precisamente para el blog; pudimos darnos unas escapadas para recorrer la capital del Estado grande. Y así como lo lees, fuimos a Chihuahua con la intención de compartir con la familia, pasar navidad y año nuevo y probar la deliciosa gastronomía que la grandiosa Chihuahua nos ofrece.
Chihuahua es el Estado más grande de la República Mexicana y uno de los más fríos también. Podrás encontrar una gran diversidad cultural, para todo tipo de gustos. El poder convivir con la gente de esta maravillosa ciudad, y escuchar su acentito y tonadita al decir «Shile shilaca a osho oshenta, me das unos shurros, quiero un shamorro, bienvenido a shihuahua», nos hace amarlos aún más. Y queremos contarte acerca de los lugares que visitamos y algunas cosas que hicimos en este post.
Después de las festividades navideñas, tomamos un respiro de tantos tamalitos, así que buscamos qué es lo que podíamos hacer en la capital del Estado grande. Lo primero que hicimos después de estacionarnos muy cerca de la Plaza del Mariachi; caminamos a la plaza del Ángel, y ahí nos encontramos a una cooperativa de artesanos Rarámuris, que nos encantaron con sus obras y piezas de arte, elaboradas totalmente a mano. Por supuesto, nos llevamos algunas cositas para regalar con nuestros seres queridos en Monterrey.
Nuestra segunda parada fue en «Museo Casa Chihuahua»; situado en el corazón Chihuahuense. Y justo dentro de «Casa Chihuahua», pudimos apreciar diversas obras de arte como «Las fotos de Frida Kahlo». Las fotografías llegaron desde el museo de CDMX «La casa Azul» que era propiedad de la artista. Por medio de las fotografías inéditas, Kahlo nos muestra otra perspectiva de su vida, llevándonos aún más a su intimidad.
Además; dentro del mismo recinto en «Museo Casa Chihuahua», pudimos conocer el trabajo de otros artistas Chihuahuenses, la evolución y transformación de Chihuahua y el calabozo en donde se encontró prisionero el Padre de la Patria; don Miguel Hidalgo y otros caudillos en 1811. Todo esto nos dejó helados, nos dio mucha nostalgia y ganas de saber más sobre nuestro México, lindo y querido.
Llegó la hora de la comida, así que pasamos por un local donde vendían unas deliciosas bolas de arroz, totalmente monstruosas, rellenas de carne al pastor, bisteck, camarón, surimi, aguacate, pepino, queso y cubierta con una salsa de chipotle y aunque pareciera un revoltijo, sabía muy rico, muy muy rico.
Una vez terminamos de comer y fuimos al museo de «La casa de Pancho Villa», mejor conocido como «El Centauro del Norte». Como sabrás, fue uno de los líderes de la Revolución Mexicana, originario del Estado de Durango. Algo que llamó toda mi atención fue que se casó tantas veces pudo, y cuenta la historia, que cuando Villa visitaba un lugar y le gustaba una muchacha mandaba a llamar a un juez y hacía que los casara, y en total, llegó a tener hasta 100 esposas aproximadamente. Lo más interesante de la historia es que se reconoció como su legítima esposa a doña Luz Corral de Villa, con la única que se casó por la iglesia y por el civil.
Una de las cosas que más nos gusta hacer cuando viajamos es convivir con la gente del sitio a donde vamos. Y esta vez fuimos a visitar a doña Cecilia Bolado, una mujer chihuahuense muy trabajadora y comprometida con Kusá, una cooperativa que se enfoca principalmente en la comercialización de textiles elaborados por mujeres artesanas rarámuris, y que además, son prendas de la más alta calidad. Cecilia Bolado su fundadora, nos comenta que este 2020 hay una infinidad de proyectos que beneficiarán a más familias Rarámuris. Sin duda Kusá tiene aún más historias que contar, y más éxitos por cumplir, y por nuestra parte estamos muy agradecidos por confiar en el corazón de Jalas o te rajas.
Además de haber visitado algunos museos, recorrido algunas de sus calles caminando, también paseamos en trolebús con Chihuahua Barbaro, donde algunos actores nos contaban los acontecimientos más relevantes en lugares emblemáticos de la ciudad, basado en sus leyendas más populares; nuestro favorito el de la famosa «Pascualita». Sin duda una opción muy divertida y con mucha historia.
Las calles de Chihuahua lucían mágicas, felices, coloridas y llenas de alegría por las personas que recorrían sus calles y apreciaban su majestuosa arquitectura. Cada minuto nos hacía amarlo aún más y queríamos conocerlo todo todo todito.
Sigue al pendiente de nuestros posts en Jalas o te rajas y pronto te contamos sobre el recorrido a Chihuahua donde podremos subirnos al famoso tren Chepe y convivir con artesanos Rarámuris. Dinos en los comentarios qué es lo que te gustaría conocer en Chihuahua.
